Llamadme
lo que querais, me da igual, estoy viendo el especial sobre los 40 años
de la CE, y me emociono, recuerdo aquellos años, aquel día, era mi
santo, recuerdo la sensación de preocupación por no saber lo que iba a
suceder al día siguiente, la desazón cuando se oia hablar de ruido de
sables, la indignación de los asesinatos de eta que en aquellos años
campaba a sus anchas..
Nosotros,
los que hoy peinamos canas no sufrimos la postguerra pero si el cambio
de régimen, el paso de una dictadura a una democracia que caminaba sobre
el filo de la navaja. Nosotros vivimos en primera fila, con los ojos
abiertos como platos, como dos Españas se ponían de acuerdo para olvidar
rencillas y odios, como aquellos que lucharon por sus ideas ahora
aceptaban las ideas del contrario y renunciaban a seguir enemistados,
como los que nos precedieron llegaron a un acuerdo de mínimos para
ofrecerlos a nosotros, y los que vendrían detrás de nosotros un marco
legal que garantizase la paz.
Y
ahora, en los días que celebramos 40 años de democracia, 40 años de
constitución, el peridodo más largo de paz de España en siglos, van
aquellos que no vivieron aquello a cuestionar lo legado. Ahora que
España está a nivel occidental respeto de derechos sociales,
economómicos. llegan ellos, con sus manos limpias no solo a cuestionar,
sino a insultar a los que lucharon para que hoy tengamos lo que
disfrutamos.
Nosotros
vivimos las luchas en la calle de los extremos, vimos como se abrian
cabezas por pensar distinto, vimos como la extrema derecha e izquierda se
apoderaba de la calle y campaban a sus anchas, y no es una situación que
valga la pena rememorar a estas alturas de nuestra historia por
espurios intereses de aquellos que no aceptan que la democracia es
aceptar como los demas puedan pensar.
Gracias a las últimas actuaciones de esta izquierda antidemocrática que estigmatiza las ideas, que critica y sale a la calle a linchar a quien ni piensa como ellos, y teniendo claro que esto no es lo que quiero legar a mis hijos, solo puedo reafirmarme en las creencias que siempre tuve, me siento tremendamente español, liberal, demócrata y monárquico, va conmigo desde aquella transición, despues de ver el ejemplo que nos dieron muchos, respeto las ideas de otros como quiero que sean respetadas las mías, pero no puedo respetar ni callar ante actos que van en contra de la convivencia y de la paz social, actos que solo buscan el enfrentamiento y que nos acercan obscenamente a momentos de la nuestra historia